El control horario se ha modernizado y apuesta por ser una herramienta que facilite el rendimiento y la eficiencia en el trabajo, buscando la obtención de datos que puedan ser útiles tanto como para la empresa como para sus trabajadores.

Hoy por hoy, están a disposición de las empresas dispositivos o sistemas de registro automático que indican cuáles son las entradas y salidas de los trabajadores.

En este entorno encontramos software de gestión de horarios laborales, aplicaciones para plataformas Desktop y mobile (permitiendo a los empleados que registren inicio y fin de jornada tanto fuera como dentro de la oficina), dispositivo de detección de huellas dactilares (consiguiendo implementar la seguridad en la empresas evitando personal no autorizado dentro de la oficina) códigos personales e intransferibles, la biometría o los sistemas de proximidad RFID mediante tarjetas de PVC, llaveros o pulseras.

Todo ello nos permite optimizar la gestión del tiempo de los trabajadores, permitiéndonos además la integración de programas de administración de nóminas. Se trata de una forma efectiva de mejorar la productividad en la oficina.

¿Qué ventajas tienen los dispositivos de control horario?


Además de mejorar la productividad de cara a la empresa, podemos saber qué trabajador está en su puesto de trabajo en qué momento, siendo también útil en una situación de emergencia. Con esto se consigue realizar horarios flexibles con mayor facilidad y gestionar los turnos de forma más eficaz, en los casos en los que la empresa pueda tener una alta rotación de personal.

Finalmente esta información también es útil para el recuento de las horas que debe la empresa al empleado o viceversa. Se debe tener en cuenta que el fichaje de horas en España es obligatorio para todas las empresas.

¿Cuáles son las desventajas?


La desventaja principal es el rechazo que puede sentir el trabajador de cara a esta medida de control, al suponer una mayor vigilancia de su actividad en el puesto. En este caso se debe hacer especial hincapié en las ventajas que supone esto para ambas partes, recalcando que es un beneficio que mejora no sólo la productividad sino el control por parte de los empleados con respecto a las horas trabajadas.